Daisy Garcia-Montoya
Education Reporter


Después de tres años de no poder albergar el festival debido a la pandemia de COVID-19, familias y estudiantes se reunieron el Sábado, 20 de Mayo para el séptimo anual Festival Multicultural de Frontier Schools.


Con un cielo despejado y temperaturas cómodas, los participantes llegaron al campus de la primaria y secundaria para un día lleno de juegos, actividades y la oportunidad de viajar el mundo a través de comida auténtica y actuaciones de estudiantes.


Aunque la entrada al festival fue gratis para todos aquellos que quisieran entrar, por $15 dólares adicionales, los participantes tenían acceso ilimitado a comida de diferentes puestos de comida de todo lados del mundo.


Al instante que los participantes entraban al gimnasio de la escuela, familias emergen en un aventura global mientras caminaban y visitan más de 30 diferentes puestos que ofrecían información sobre los diferentes países, artefactos, ropas culturales, y comida auténtica preparada por estudiantes y sus familias.


Puestos de todo lados del mundo incluyendo Sur Corea, Irlanda, Turquía, México, Kyrgyzstan, y Albania, aparte de muchos más, estaban presentes. Postres tradicionales, dulces, comida, y bebidas estaban disponibles para los participantes. Mientras los voluntarios del puesto servían la comida, también compartían información sobre el platillo incluyendo el nombre e ingredientes para enseñar más sobre las culturas.


La profesora Yasmeen Almsari dice que el Festival Multicultural le da la oportunidad de enseñarle a otros sobre su país Iraq, cambiando su primera impresión y estereotipos que puedan tener. “Bueno, hay muchas personas que cuando escuchan hablar de Iraq, lo primero en que piensan es en la guerra, corrupción y todas esas cosas, pero yo les digo ‘No todo está tan mal”, Almasari dijo. “Hay muchas cosas divertidas sobre Iraq que tristemente las personas no saben, hay muchos lugares que yo les recomendaría que visitara la gente. Por ejemplo, tenemos un calle en Babylon, nosotros le llamamos la calle del philosopher porque uno puede ir y en la calle está lleno de libros que puedes comprar por muy barato y luego puedes ir a un café y tener debates con otros filósofos”.


Actualmente estudiantes del grado 11, Leslie Torres, Leslie Gutirrez y Evelyn Aguila dicen que esta fue su primera vez como voluntarias en el festival. Para su puesto representado el país de México, ofrecían tostadas de tinga, frijoles fritos, y salsas, todo hecho por ellas. Las estudiantes dijeron que el festival les dio la oportunidad de enseñarle a los demás sobre su cultura, comida y bebidas. Gutierrez dijo que el festival era una manera para que otros aprendieran sobre otros países, lo que uno puede ver y encontrar allí, datos, y ver varias culturas del mundo en un solo lugar.


Aparte de comida, el festival también incluye bailes y actuaciones de varios países incluyendo Turquía donde estudiantes de la primera actuaron una pieza de su país después de semanas de práctica. Adicionalmente, estudiantes vestidas en vestidos de quincenaria bailaron un vals para mostrar una celebración tradicional.


Afuera del festival, los participantes podían entrar a la zona de juegos, completo con brinca-brincas, un curso de obstáculos, y otros juegos. Adicionalmente, los niños podían ser dibujados como caricaturas, tener su cara pintada o recibir una figura de globos. También había palomitas y algodón de azúcar listo para todos aquellos que gustara.


Gregory Rieke, Presidente Director de la fundación New Frontier Education y cofundador de Escuelas Frontier, dice que esta celebración de diversidad y culturas encontradas entre su población estudiantil es su tiempo favorito del año escolar.


“Los estudiantes se sientan uno al lado del otro en clase y saben que son de diferentes partes del mundo, de diferente grupos étnicos pero aquí en verdad pueden ver, probar, oler, y sentir sus diferencia in una manera muy positiva y manera edificante”. Rieke dijo. “Estoy muy feliz de ver a las madres, abuelos tan involucrados en este festival, compartiendo comidas que han estado en sus familias por generaciones y usado ropas tradicionales de sus países. En una época en la que en nuestro mundo tendemos a ver al otro como algo que hay que apartar, aquí decimos: ‘Vamos, pasemoslo bien y celebremos al otro’, así que eso es lo que representa para mí”.